EL 19 DE ISLANDIA: SE FUE CON UN MILLÓN DE AMIGOS

Imagínate -por un momento- ser una persona poco conocida, llegar a un determinado lugar, cumplir con tu deber y de repente... ¡Pum! sos más famoso que el café con leche.
Bueno.. así le pasó al futbolista isleño Rúrik Gislason, pero denominado "El 19 de Islandia" porque es imposible memorizarse y escribir bien un apellido de ese país. Al rubio galan hermoso del elenco Vikingo le llovieron los seguidores e Instagram y Facebook con penas 90 minutos disputados contra el Seleccionado Argentino en el primer encuentro del Mundial del Grupo D.
Gislason es "el hombre del momento" sin lugar a dudas y ostenta un cuerpo escultural producto de tanto gimnasio, vida sana y constancia. Juega en el Sandhausen de la segunda división del fútbol de Alemania y en Rusia nos tuvo rendidas a sus pies. Me incluyo.

En tan sólo tres días, el Thor de la vida real pasó de tener 80 mil seguidores en Instagram a tener 500 mil, es decir, un número mucho más elevado que la cantidad de habitantes de Islandia, que es 300 mil. En Facebook tiene más de 40 mil visitas. Impresionante.
¿Te imaginabas que un jugador de esa Selección iba a superar en cantidad a los habitantes de su propio país?. El fenómeno Thor no quedó ahí: su popularidad creció tanto que en tan sólo dos semanas ya llegó a 1.200.000 seguidores en las redes sociales, con aproximadamente 8 mil comentarios por foto.
La catarata de piropos que le llueven a la nueva estrella del fútbol europeo es tremenda, mujeres de todo el mundo se deleitan con la musculatura del defensor y con ese bronceado ideal que adquirió durante sus vacaciones en Miami, en diciembre pasado.
Rúrik tiene 30 años y parece un tipo rudo por esa mirada intensa que disparan sus ojos celestes, pero su sensibilidad por las artes lo lleva a tocar la guitarra  y cantar en sus ratos libres, jugar al golf y nadar. También es la cara de algunas marcas locales, que lo tienen en sus afiches  y campañas como un verdadero Adonis.
Hasta último momento luchó por quedarse junto a sus compañeros y su DT odontólogo en el Mundial, pero no pasó la fase de grupos e hizo las maletas. Se podrá haber ido del Mundial junto a los Vikingos, pero como Roberto Carlos, se quedó con un millón de amigos. ¡Y así más fuerte podrá cantar!

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