SUECIA: PODER BLONDO IS COMING

El Reino Escandinavo quedó afuera del Mundial de Rusia a manos de la señorial Inglaterra, también monárquica, pero los sueños futbolísticos a largo plazo continúan y poco importa la "Zlatan -dependencia".
La ausencia del gran Ibrahimovic significó un desafío para el equipo sueco, ya que debió desarrollar aún más las potencialidades de su plantel, más allá de si se desempeñan o no en la liga local.
Igualmente, acá el punto no es si Suecia dio para más o no, o si era un potencialmente campeón, sino de dónde viene la raíz del "super desarrollo", que se reflejó en la labor del seleccionador Janne Andersson, un adicto a la perfección y un destacado metódico.
Vos seguramente has visto a todos los hinchas suecos en las tribunas alegres y felices por copar Rusia, pero...  ¿Qué importa eso? dicen que Suecia es el mejor país para vivir y no necesariamente porque su gente sea rubia, simpática y con pocos prejuicios.
El carácter de los suecos puede ayudar a que te acoples sin problemas, aunque el dato más importante es que casi no existe la pobreza. Los diez millones de habitantes distribuyen la riqueza del trabajo a base de más y más trabajo, de la industria de desarrollo cibernético, de la perseverancia de los emprendedores y de la humildad. 
¿Y por qué la humildad? porque no les gusta ostentar lo que ganan ni tampoco se vanaglorian del éxito. Si una persona en Suecia gana 12 mil dólares no va a competir con el vecino que gana 20 mil, con tal de tener el mejor smart TV, el mejor auto o la casa más confortable.
Por ejemplo, ciudades como Are, tienen 5 mil habitantes, pero a su vez la mayor concentración de emprendedores del país, con una fuerte característica: labor más colaborativa y menos competitiva entre ellos. Ni hablar los empresarios: modestia es su nombre y cautela su apellido.
Lo bueno de un sueco es que no se guía por la superficialidad, va al grano y ya. Tanto es en la educación, en los valores y en el trabajo. Ellos desean perder el menor tiempo posible y no están en el rumoreo cotidiano del día a día. Miran solamente un objetivo y punto.
Y eso lo podemos ver en el fútbol, donde los extranjeros son aceptados sin buscarles tantas vueltas y hasta los hacen sentir en casa.
Uno de esos casos es el delantero Nicolás Stefanelli, actualmente en el AIK de Estocolmo: Chicho se ganó a los hinchas a fuerza de grandes actuaciones y muchos goles en esta liga tan desconocida como a su vez desarrollada. Tal es así que en el barrio donde vive, un grupo de hinchas suecos pusieron la bandera argentina en una ventana y varios se fueron contagiando para que el jugador criollo se sintiera agasajado. Hasta cantaron "¡Argentina, Argentina!" en pleno partido del AIK.


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