BOB MARTÍNEZ: NEW SENSATION

Hace dos años, Bélgica buscaba un entrenador por Internet. En vez de poner un aviso en el Diario La Voz, como decía el cuartetero Rodrigo, lo publicaron en la web oficial de la federación de ese país, en una postulación a la cual debían presentarse los interesados con CV.
Se ve que mucho no les llenaron las propuestas de los que se apuntaron y los capos que manejan los destinos de la selección escucharon a un nombre que se les acercó: el catalán Roberto Martínez, dueño de métodos impresionantes. Dueño absoluto.
Vos lo viste aclamado por el público cuando llegó a Bruselas, lo aplaudieron como si fuera Luciano Pavarotti en plena ópera lírica.
Y bien... con este resultado tremendo, de subirse al podio en una copa del Mundo, Bob Martínez se ganó mucho más que el cielo para la afición belga. Veamos porqué.
Cuando llegó, fue después de la Euro 2016,  con un interesante recorrido en la Premier League tanto como jugador como entrenador, hizo valer sus 21 años en la célula madre del fútbol mundial y le dio impulso a una Bélgica que quería levantarse.
Fue asistente en su paso por el fútbol inglés hasta desembarcar en la selección tricolor, donde redescubrió la fórmula para alcanzar los éxitos: potenció a Eden Hazard y a todos los grosos de Bélgica. Un mostro, una new sensation, porque después de semejante tercer puesto en un Mundial ya nada le será igual.

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